Es resistente a la corrosión y antimicrobiano, lo que significa que impide el crecimiento de bacterias. No es raro encontrarlo en diferentes aplicaciones en los hospitales.

A pesar de ser un metal reconocible, en muchas oportunidades no es fácil visibilizar su uso, por ejemplo, en la producción de objetos fabricados con polímeros, como el plástico y pinturas. 

También está presente de forma natural en el ser humano, animales y plantas, siendo un nutriente vital para mantener la buena salud. 

Y tiene una gran particularidad: casi todos los productos de cobre pueden reciclarse manteniendo todas sus propiedades físicas y químicas. 

Gracias a todo lo anterior es uno de los metales más usados en el mundo.

Nuestros antepasados lo usaban para la creación de instrumentos, indumentaria y artesanía, pero actualmente lo podemos encontrar en:
- Construcción: el cobre se utiliza de manera habitual en la construcción residencial e industrial, por ejemplo, en tuberías o estructuras complejas.
- Sector de energía eléctrica: se utiliza en el sector de energía eléctrica en líneas de distribución, generadores y transformadores ya que es transmisor muy eficiente.
- Infraestructura: se utiliza en todas las infraestructuras, incluidas las redes eléctricas y los semáforos.
- Productos para el hogar: los productos de consumo doméstico, como las unidades de aire acondicionado, los refrigeradores, los televisores y los microondas, contienen cobre.
- Teléfonos inteligentes: un teléfono inteligente suele contener entre 15 y 20 g de cobre.
- Transporte: el cobre se utiliza en automóviles, aviones y trenes. Un auto eléctrico puede llevar dentro de sí hasta unos 365 kilos de cobre.
- Cuidado de la salud: se utiliza en implementos clínicos por sus propiedades antimicrobianas.
- Energías renovables: las fuentes de energías renovables, como la eólica y la solar, también necesitan cobre para su infraestructura.