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Patrimonio Astronómico

El futuro de la astronomía

Primera imagen de un exoplaneta

Cuando nos atrevemos a hacer algo por primera vez, el resultado está lejos de ser perfecto. Pero la ilusión de dominar la técnica, ver cómo la música brota de nuestros dedos o sentir que volamos en nuestra bicicleta, nos mueve a ir por más.

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Esa misma emoción es la que ha motivado a los astrónomos del mundo a crear herramientas cada vez más precisas y poderosas para conocer el Universo en que habitamos, uno que cada día parece estar más al alcance de nuestras manos.
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¿Cómo nació la astronomía?

Corría el siglo XV y Galileo Galilei tenía la mirada puesta en el cielo. Hacía tan solo un par de meses, el inventor Hans Lippershey había presentado un instrumento que permitía observar objetos lejanos en detalle utilizando un par de lentes, y Galilei tomó este avance como una inyección de energía para crear el primer telescopio refractor, con el que descubrió las lunas de Júpiter y sus órbitas. 

Apenas 60 años después, el físico Isaac Newton creó un nuevo tipo de telescopio cuyos espejos curvos generaban una menor deformación de la imagen en comparación a las lentes. Nació así el telescopio reflector, cuyo tamaño y potencia han ido aumentando desde entonces con los avances de la tecnología.

¿Cuál es la diferencia entre un telescopio refractor y uno reflector?

En la teoría, necesitar de un solo lente suena sencillo, pero en la práctica, si deseamos aumentar la escala de un telescopio refractor, desarrollar y sostener dicho lente puede transformarse en un verdadero desafío. Imagínate que para tener un telescopio refractor de un metro de diámetro, se necesita contar con un tubo de 18 metros de largo que lo sostenga, instrumento que en total pesa alrededor de 20 mil toneladas, algo similar a lo que pesan 13 automóviles.

En cambio, al funcionar a base de espejos y no requerir de la producción de un solo lente gigante, un telescopio reflector con las mismas capacidades que el refractor puede llegar a pesar cerca de 100 kilos, ¡una pluma en comparación! Es por esta razón que los centros astronómicos eligen el invento de Newton para continuar trabajando en la creación del telescopio más poderoso y preciso del mundo.

¿Qué telescopios se están construyendo ahora?

Actualmente, los telescopios más grandes en existencia son el Gran Telescopio Binocular, ubicado en el sudeste de Arizona, EE.UU. y el telescopio VLT del Cerro Paranal en la Región de Antofagasta. Sin embargo, se espera que a finales de la década del 2020, sean otros dos los gigantes de la astronomía mundial.

El Telescopio Gigante de Magallanes (GMT) está actualmente en construcción en la Región de Atacama, y se espera que durante el año 2029, sus siete espejos que trabajarán en conjunto para formar un telescopio de apertura efectiva de 21,4 m de diámetro, vean su primera luz. 

Por otra parte, el último  gigante en fase de construcción es el Telescopio Extremadamente Grande (ELT), ubicado en el Cerro Armazones en la Región de Antofagasta. El diseño de este telescopio, compuesto por 798 espejos, destaca por su alto nivel de sensibilidad, que lo hará capaz de soportar deformaciones por gravedad, cambios de temperatura, viento, etc. con un nivel de detalle 10 mil veces más fino que un cabello humano.

Trivia

Entre los principales objetivos de la creación del Telescopio Extremadamente Grande, está el estudio detallado de la composición atmosférica de los planetas extrasolares, con la meta de identificar componentes clave que nos acerquen al descubrimiento de lugares con condiciones propicias para el desarrollo de vida.

Científicamente hablando...

Desde los primeros telescopios en 1608, la astronomía ha evolucionado significativamente con la mejora de tecnologías y el tamaño de los telescopios. Galileo Galilei mejoró el diseño original y usó un telescopio refractor para descubrir las lunas de Júpiter. Sin embargo, Isaac Newton introdujo el telescopio reflector, que utilizaba espejos curvos para minimizar las deformaciones de imagen, y desde entonces, estos telescopios han predominado debido a la dificultad de fabricar lentes grandes. Actualmente, el telescopio refractor más grande tiene un diámetro de un metro y pesa 20 toneladas, mientras que los reflectores son mucho más ligeros. En la década de 1970, los telescopios alcanzaron los 4 metros de diámetro, y desde 1990, los de 8 a 10 metros se volvieron comunes. A finales de 2020, se espera la inauguración de telescopios ópticos de 30 metros, los más grandes del mundo. Hoy en día, algunos de los más grandes telescopios que existen son el Gran Telescopio Binocular (LBT) con una apertura efectiva de 11,8 m, y el VLT de Cerro Paranal 16 m cuando trabajan los cuatro telescopios en conjunto. Está en construcción el Telescopio Gigante de Magallanes (GMT), que se espera tenga una apertura de 21,4 m para 2029. Finalmente, el Telescopio Extremadamente Grande (ELT) en construcción en Antofagasta tendrá un espejo principal segmentado de 39 metros, compuesto por 798 espejos hexagonales de precisión nanométrica, superando al Telescopio Espacial Hubble en sensibilidad y permitiendo estudios detallados de exoplanetas con potencial para la vida.
MRDH

Fuente

- Gentileza de ESO / Boccaletti et al.
- Gentileza de ESO / ALMA (ESO/NAOJ/NRAO)/PHANGS.
- Gentileza de ESO / WFI (Optical); MPIfR/ESO/APEX/A.Weiss et al. (Submillimetre); NASA/CXC/CfA/R.Kraft et al. (X-ray).
- Fotografía perteneciente a Telescopios.org.
- Fotografía perteneciente a Telescopios.org.
- Gentileza de E. Garcés / ESO. Ack.: N. Dubost.
- Gentileza de ESO / L. Calçada.